El Consejo de Europa pedirá a sus miembros que prohíban el móvil en las aulas


La Comisión Permanente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa debatirá y previsiblemente aprobará el próximo día 27 en Kiev una resolución en la que pide a sus 47 Estados miembros que prohíban la utilización de teléfonos móviles en los colegios, se ha informado hoy.
Esta petición se apoya en un informe titulado "El peligro potencial de los campos electromagnéticos y su efecto sobre el medio ambiente".
El proyecto de resolución fue aprobado por unanimidad el pasado abril por la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Asuntos Territoriales y ahora será presentado a la Comisión Permanente, cuyo efecto es el de una asamblea plenaria.
El documento se refiere a la prohibición de los teléfonos móviles y también de los teléfonos DECT, interfonos para la vigilancia de bebés y otros aparatos que emiten continuamente "ondas pulsadas", es decir con impulsos electromagnéticos, así como a los sistemas wifi o WLAN.
Prevé igualmente la organización de campañas de información dirigidas a profesores, padres y alumnos para advertirles de los riesgos de una utilización "precoz" y "prolongada de los teléfonos móviles y otros aparatos que emitan microondas".
Además, recomienda utilizar en los domicilios teléfonos fijos con cable o aquellos que no emitan continuamente ondas pulsadas.
Lamenta la ausencia de una reacción rápida ante eventuales riesgos medioambientales y para la salud y señala que esperar a tener pruebas científicas sólidas antes de intervenir puede tener "un coste económico y sanitario muy elevado", como en los casos del amianto, la gasolina con plomo y el tabaco.
Por ello, defiende que "el principio de precaución debe aplicarse incluso cuando la evaluación científica no permita determinar con suficiente certeza que existe riesgo".
Su posible consecuencia en el medio ambiente y la salud es "evidentemente comparable" al que pueden causar la comercialización de medicamentos, productos químicos, pesticidas, metales pesados u organismos genéticamente modificados, según la resolución.
El Parlamento Europeo ya defendió el principio de precaución en este campo en sendas votaciones en 1999 y 2009.
El ponente del informe y legislador luxemburgués, Jean Huss, recordó que existen más de 1,4 millones de antenas fijas para la tecnología sin hilos repartidas por el mundo.
Criticó el umbral oficial fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Comisión Europea para limitar el impacto sanitario de los campos electromagnéticos.
Resaltó, al respecto, que sólo el 33 % de los estudios financiados por la industria concluye que la exposición a la radiofrecuencia de los móviles tiene efectos sobre el organismo, mientras que ese porcentaje se eleva al 80 % si el análisis está realizado con fondos públicos. 
 La Comisión Permanente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa debatirá y previsiblemente aprobará el próximo día 27 en Kiev una resolución en la que pide a sus 47 Estados miembros que prohíban la utilización de teléfonos móviles en los colegios, se ha informado hoy.
Esta petición se apoya en un informe titulado "El peligro potencial de los campos electromagnéticos y su efecto sobre el medio ambiente".
El proyecto de resolución fue aprobado por unanimidad el pasado abril por la Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Asuntos Territoriales y ahora será presentado a la Comisión Permanente, cuyo efecto es el de una asamblea plenaria.
El documento se refiere a la prohibición de los teléfonos móviles y también de los teléfonos DECT, interfonos para la vigilancia de bebés y otros aparatos que emiten continuamente "ondas pulsadas", es decir con impulsos electromagnéticos, así como a los sistemas wifi o WLAN.
Prevé igualmente la organización de campañas de información dirigidas a profesores, padres y alumnos para advertirles de los riesgos de una utilización "precoz" y "prolongada de los teléfonos móviles y otros aparatos que emitan microondas".
Además, recomienda utilizar en los domicilios teléfonos fijos con cable o aquellos que no emitan continuamente ondas pulsadas.
Lamenta la ausencia de una reacción rápida ante eventuales riesgos medioambientales y para la salud y señala que esperar a tener pruebas científicas sólidas antes de intervenir puede tener "un coste económico y sanitario muy elevado", como en los casos del amianto, la gasolina con plomo y el tabaco.
Por ello, defiende que "el principio de precaución debe aplicarse incluso cuando la evaluación científica no permita determinar con suficiente certeza que existe riesgo".
Su posible consecuencia en el medio ambiente y la salud es "evidentemente comparable" al que pueden causar la comercialización de medicamentos, productos químicos, pesticidas, metales pesados u organismos genéticamente modificados, según la resolución.
El Parlamento Europeo ya defendió el principio de precaución en este campo en sendas votaciones en 1999 y 2009.
El ponente del informe y legislador luxemburgués, Jean Huss, recordó que existen más de 1,4 millones de antenas fijas para la tecnología sin hilos repartidas por el mundo.
Criticó el umbral oficial fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Comisión Europea para limitar el impacto sanitario de los campos electromagnéticos.
Resaltó, al respecto, que sólo el 33 % de los estudios financiados por la industria concluye que la exposición a la radiofrecuencia de los móviles tiene efectos sobre el organismo, mientras que ese porcentaje se eleva al 80 % si el análisis está realizado con fondos públicos.